El Pecado Imperdonable

Mateo 12:31 'Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.'

La palabra 'blasfemar' significa 'hablar mal de; difamar; o injuriar'. En el contexto, Jesús está diciendo que la blasfemia contra el Espíritu Santo es atribuir la obra del Espíritu Santo al diablo. Muchas personas en la Biblia hicieron esto, incluyendo a Saulo, quien se convirtió en el Apóstol Pablo. Sin embargo, vemos en 1 Timoteo 1:13, que Pablo dijo que recibió misericordia con respecto a su blasfemia porque lo había hecho 'ignorantemente en incredulidad'. Por lo tanto, la blasfemia contra el Espíritu Santo de la que Jesús advierte debe ser la injuria voluntaria del Espíritu Santo con conocimiento de lo que se esta haciendo.

Esto es paralelo a Hebreos 6:4-6, donde se describen las características de aquellos que pueden caer fuera de la gracia. Este pasaje indica que solo un creyente maduro puede cometer tal cosa (el pecado imperdonable). De la misma manera con la blasfemia contra el Espíritu Santo, las declaraciones precipitadas habladas contra el Espíritu Santo en ignorancia o incredulidad por aquellos que no saben realmente lo que están haciendo pueden ser perdonadas.

Desde nuestra perspectiva humana, no se puede trazar una línea clara sobre cuándo alguien se convierte en responsable de blasfemias y ha cometido este pecado imperdonable. Podemos estar seguros de que Dios conoce los corazones de todos los hombres y que juzgará con justicia al respecto. Sin embargo, la Palabra de Dios nos muestra que cuando alguien se convierte en un "réprobo", pierde toda convicción de Dios (Rom. 1:28).

Por lo tanto, quien que sienta este remordimiento y se haya arrepentido por la posibilidad de haber blasfemado en contra del Espíritu Santo, aún no lo ha cometido pecado, porque de lo contrario no le importaría.

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