¿Qué le Complace a Dios?

Mateo 7:1  ' Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.'

La respuesta corta es que Dios se complace en satisfacer nuestras necesidades, pero a veces nos cuesta creerlo porque no vemos que nuestras oraciones “sean contestadas”. Lo real es que la oración que cumple con los requisitos descritos en la Biblia siempre es contestada. Muchas veces no percibimos la respuesta porque siempre viene primero en el reino espiritual antes de manifestarse en el reino físico. Si vacilamos en confiar en la fe, abortamos la manifestación de esa respuesta (Stg. 1:6-7; Heb. 10:35). Pero Dios dijo que todo el que pide, recibe.


En Daniel 9, Daniel hizo una oración y esperó un periodo de tiempo relativamente corto para ver la respuesta a su oración. En menos de tres minutos el ángel Gabriel apareció y contestó todas sus preguntas.

Este mismo hombre hizo otra oración en el capítulo 10 de Daniel, pero esta vez tomó tres semanas antes de que un angel viniera y contestara sus preguntas. ¿Cuál fue la diferencia? La mayoría de la gente cree que Dios contestó una oración en tres minutos y la siguiente oración en tres semanas. Pero Daniel 10:12, dice 'desde el primer día que pusiste tu corazón a entender,...fueron oídas tus palabras, y yo he venido por tus palabras'. Satanás había impedido que la segunda oración llegara a Daniel. Dios no fue la variable. Dios responde a todas las oraciones.

Esto se confirma en Mateo 7:8, que dice que todo el que pide recibe, el que busca encuentra, al que llama se le abre. Dios responde, pero Satanás puede obstaculizar nuestras oraciones en el reino espiritual antes de que se manifiesten físicamente. Si entendemos que Dios da la respuesta y que Satanás es el que obstaculiza, veremos las cosas de manera diferente. Dios siempre contesta las oraciones.

Dios siempre responde a tu oración. Si no lo has visto manifestarse, no dudes de Él. Debes tener presente que estás luchando contra un enemigo, que busca robarte, matarte y destruirte (Jn. 10:10) . Mantente firme en tu fe. Ora sin cesar hasta que veas la respuesta.

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