“Yo sé lo que me conviene.”
Mateo 14:27-28 'Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.'
Es importante analizar la declaración de Pedro. Pedro se sintió abrumado cuando vio a Jesús caminar sobre las aguas y quiso hacer lo mismo. Aunque en realidad no hay nada malo en su deseo, su respuesta a Jesús fue totalmente equivocada. No le preguntó al Señor si quería que caminara sobre las aguas, o si su fe estaba a la altura. En vez de eso, dijo: 'Si eres tú, manda que vaya a ti sobre las aguas'. ¿Qué iba a decir Jesús, 'No soy yo, ¿no vengas'?
No hay otros ejemplos de alguien caminando sobre el agua en la Palabra de Dios. Jesús tenía una razón para caminar sobre el agua; sin embargo, Pedro simplemente quería ver si podía hacerlo. Dios no es aprensivo o controlador, Él nos permitirá hacer cosas que no son Su perfecta voluntad para nosotros porque nos dio el poder de decidir.
Muchas veces obstaculizamos nuestras propias oraciones por la manera en que le pedimos cosas a Dios. Le decimos: ¿Quieres que haga (a) o (b)? y puede que el Señor no quiera que hagamos ninguna de las dos cosas. Deberíamos ofrecerle una tercera opción: (c) ninguna de las anteriores. Deberíamos confiar en la sabiduría de Dios e incluso permitirle que elija las opciones.